Formato: Película
Director: Lucio Fulci
Año: 1982
Hace poco
comenté la última película de Darío Argento,
ahora es el turno de otro maestro del horror italiano de fines de los 70
e inicios de los ochenta, el mismísimo padrino del gore, el gran Lucio Fulci.
Lamentablemente
Fulci ya no está entre nosotros, pero nos dejó un legado de al menos tres
grandes películas, otras no tan buenas y muchos bodrios que algunos disfrutarán
y otros odiarán. Incluso sus mejores filmes como Zombie y The Beyond tienen
críticos que dicen que no el guión y las actuaciones son pésimas. Es difícil
argumentar contra esos comentarios, porque efectivamente las películas de Fulci
no tienen un buen guión y muchas de las actuaciones son amateurs, por
clasificarlas de alguna forma, pero su legado no está en el lado del cine arte
o de grandes éxitos de taquilla. Su herencia es haber creado algunas escenas
que se grabaron en el inconsciente de todos los que crecimos en esa época, como
por ejemplo la imagen de la astilla clavándose en el ojo o de los zombies de
los conquistadores españoles volviendo a la vida en el cementerio de Zombie, o
el martirio del brujo o la escena final en The Beyond. Todas acompañadas con la
banda sonora de sintetizadores típica del cine italiano de terror de la época.
Antes que
existiera “The Walking Dead” cuando alguien mencionaba la palabra zombie, lo
primero que se venía a la mente era el cadáver podrido con los gusanos cayendo
del ojo izquierdo de la portada de “Zombie”. Es tan icónico que un cuadro con esa
imagen cuelga de uno de los muros de mi sala de estar, gentileza de la artista
Paola Rodríguez, mi esposa y compañera de horrores varios.
La menciono en
esta ocasión porque pude convencerla, después de haber visto juntos “American
Mary” (que le encantó y que será analizada en una futura entrada) de ver
conmigo “The New York Ripper”, la versión doblada al inglés de “Lo squartatore
di New York” y hubo momentos incómodos en que me arrepentí de haberla invitado.
Obviamente la preparé para una película mala, sin guión y con malas
actuaciones, pero ninguno de los dos estábamos preparados para el par de
escenas de sexo más incómodas que hemos compartido. Lo que es mucho decir
pensando que hemos visto películas como “La Sexorcista” y “The Human
Centipede”, pero todo a su debido tiempo y ya llegaremos a esta parte. Tengan un poco de paciencia y sigan leyendo.
El guión es
bastante simple, como cabía esperar, un asesino en serie está matando a mujeres
en New York y la policía intenta capturarlo. La película es un giallo en la
mejor tradición de Argento, pero las escenas de los asesinatos no están tan
bien logradas y la música no acompaña tanto, por lo que se pierde la
oportunidad que esas escenas salven la película de ser un bodrio.
Como en todo
giallo hay un par de sospechosos, pero finalmente el asesino es el personaje
que uno menos esperaría, o que el guionista cree que sorprendería a la
audiencia. No voy a elaborar sobre las fallas del guión para dar credibilidad a
la historia o de presentar situaciones completamente inverosímiles, porque
después de todo estoy hablando de una película de Lucio Fulci y eso se da por
sentado, pero hay un par de cosas que no se pueden dejar pasar: como el asesino
sabe con qué prostituta se acuesta el teniente de policía encargado del caso y
su número de teléfono, por qué el asesino no mata a la mujer que escapaba del
metro si esta se desmayó cuando la atacaba y cómo es posible que use un
walkie-talkie para llamar por teléfono a la policía desde una cabina pública y
saber exactamente cuándo la policía llega a la cabina si está en un edificio en
otra parte de la ciudad.
¡Cuidado ciclistas imprudentes! El destripador viene por Uds. |
Casi lo olvidaba y que es algo que no se puede dejar pasar, debe ser el único caso de un asesino serial en toda la historia, real o ficticia, que está obsesionado con el Pato Donald. ¿Qué seriedad puede tener un antagonista que habla así? Al parecer la suficiente para generar noventa minutos de película en torno a él.
¿Puede ser algo más sexy que esto? |
La parte
desagradable son dos escenas que no tienen mucha relación con la trama
principal de la película, y es una sub-trama que no llega a ninguna parte. En
las dos actúa una ricachona ninfómana de unos cuarenta y cinco años. En la
primera asiste a un espectáculo de sexo en vivo en Times Square y se masturba
mientras graba en una pequeña grabadora de bolsillo el audio del show. Uno
entiende que la mujer vaya al show, que lo grabe e incluso que se masturbe,
pero que la escena se extienda por al menos tres minutos que parecieran ser
veinte no tiene mucho sentido. La escena no es sexy y si de muy mal gusto
(quizás en los 80 lo que se consideraba sexy ha cambiado mucho con respecto a
la percepción de hoy).
Si no fuera
suficiente con esa escena, Fulci nos regala una segunda, peor que la anterior.
En esta ocasión nuestra ricachona se va a meter a un bar latino de mala muerte y
mira la entrepierna de los hombres que juegan pool en el lugar. Dos latinos se
sientan en la mesa de la mujer y le empiezan a hablar, apostando entre ellos
que no lleva ropa interior. Lucio nos deleita con primeros planos del pie de
uno de los hombres abriéndose paso entre las piernas de la ninfómana y
tocándola, mientras dice en un inglés pésimo y mal sincronizado “Do you like
it. She likes it, Chico. She likes it”.
¿Pensaron atraer gente al cine con esta imagen? Realmente los 80 fueron una década perdida |
Insisten en hacer que acepte que le
gusta y después de lo que me parecieron 20 o 30 minutos, pero que no deben
haber sido más de cinco, la mujer finalmente dice que le gusta y Chico levanta
la mesa y deja al descubierto que el otro latino ha estado metiéndole el dedo
gordo del pie en la vagina. Ambos idiotas se ríen de haber humillado a la mujer
y está corre desesperada de que se hayan burlado de ella de esa forma. Perdona
Lucio, pero aparte del pésimo gusto de la escena (que nos dejó en medio de un
silencio incómodo con mi esposa) las reacciones son completamente absurdas: me
imaginaría que el par de rufianes violaría a la mujer o la llevaría a otra
parte para tener sexo con ella, pero no que terminarán todo con una broma del
tipo “Ja!. Miren todos como le gusta que le metan el dedo del pie. La
humillamos, Ja ja! Miren que malo somos y cómo nos burlamos”.
Mal Lucio, muy
mal. Creo que tendré que volver a ver The Beyond para reencantarme con la obra
del maestro. Lo único rescatable del personaje de la ninfómana es una frase que dice un prostituto que contrata: "Es más pervertida que un enano de circo"
Solo para
completistas de Lucio Fulci y no para todos. El resto manténganse alejados de
esta basura a como de lugar, como si fuera la peste negra o el ébola. No es muy
fácil de encontrar, por lo que no deberían tener problemas para no verla nunca
en su vida.
Si llegan a este punto de la película ya ha sido suficiente. |
(Corrijo, mientras buscaba el trailer en You Tube para agregarlo al final de la entrada me di cuenta que esta la película completa, por lo que dejo a su criterio si la quieren ver o no)
The New York Ripper - Trailer
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